Han sido semanas intensas. Semanas de cambios, de adaptación, de incertidumbre… pero también de aprendizaje, de gratitud y, sobre todo, de ilusión. Hoy, por fin, puedo escribir estas líneas desde nuestro hogar, en Calle Strachan 11. Blossom vuelve a casa.
Cuando el pasado 8 de enero nuestras cocinas se apagaron por el incendio, sentimos que el tiempo se detenía. No sabíamos cuánto tardaríamos en volver, pero sí sabíamos una cosa: no íbamos a rendirnos. Blossom significa florecer, renacer, prosperar. Y eso es lo que hemos hecho.
Gracias a la generosidad del Hotel Molina Lario, que nos abrió sus puertas y nos permitió seguir cocinando, hemos podido mantenernos en marcha. Su equipo nos recibió con los brazos abiertos y nuestros clientes nos acompañaron en cada servicio, demostrando que Blossom es mucho más que un restaurante: es una familia.
Cocinar es lo que nos mueve. Nos sentimos afortunados de haber podido seguir haciéndolo en este tiempo de transición. Cada plato servido ha sido un recordatorio de por qué hacemos lo que hacemos: porque la gastronomía es emoción, es encuentro, es compartir.
Y ahora, después de poco más de un mes, volvemos a casa con la misma pasión de siempre, pero con una energía renovada. Hemos aprendido a valorar aún más cada detalle, cada rincón de nuestra cocina, cada servicio compartido con vosotros. Regresamos con la certeza de que Blossom no es solo un espacio físico, sino un espíritu que nos acompaña, dondequiera que estemos.
A todos los que han formado parte de este proceso, gracias. A nuestro equipo, por su entrega inquebrantable. Al Hotel Molina Lario, por darnos un hogar cuando más lo necesitábamos. A cada persona que se ha sentado a nuestra mesa en este tiempo, por su apoyo, su paciencia y su confianza. Y a vosotros, los que estáis deseando volver a Calle Strachan, por seguir creyendo en nosotros.
Blossom ha vuelto. Y lo mejor, como siempre, está por venir.
Yorumlar